Jimin llegó agitado a su trabajo, con lágrimas secas en sus mejillas y Namjoon quien estaba en la recepción, al verlo fue inmediatamente a su lado, por que sí, Seokjin le había comentado sobre su caso, sabía que el menor era un gran amigo para su prometido, por eso se había ofrecido a ayudarlo.

—Jimin, ¿por qué vienes corriendo? ¿Huyes de alguien?

—No, claro que no, me gusta correr, soy todo un deportista —mintió descaradamente mientras sonreía.

—Fingiré que te creo —le sonrió—. Por cierto, Jin no vendrá hoy, se desanimó a último minuto.

—Entonces debo irme si él no está.

—Si deseas, me ayudas con unos papeles, te pagaré extra por quedarte, aunque tu jefe no está.

—Eres tan bueno Namjoon —le sonrió dulcemente.

—Bien vamos —caminaron juntos hasta el ascensor—. Más bien, quería mencionarte que hoy a las 10 tienes una cita con Changbin, el abogado para tu divorcio.

Jimin hizo una pequeña mueca, le dio muchísima pena que el jefe de toda esa empresa supiera cuál era su situación tan lamentable, un empleado de la mayor firma de abogados de todo Corea sufría de violencia doméstica.

—No es algo de que tengas que avergonzarse, Minnie, de verdad, pienso que vas a salir adelante.

—No lo creo.

—Lo harás, te lo aseguro —tomó una de sus manos—. Las personas que salen de situaciones difíciles son las más fuertes y las que tienen un corazón bondadoso.

—Confío en ti.

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Por otro lado, Seokjin estaba en el baño de su casa, con un Taehyung aburrido, esperándolo y mirando su reloj con desesperación, deseaba ir a su empresa, ver a su precioso novio y mimarlo un rato antes de trabajar.

—¿Y?

—Positivo —le susurró.

—Entonces seré tío.

—No, debo hacerme otra prueba, ya sabes que siempre fallan estas cosas.

—Ya te has hecho 10 pruebas Jin, es positivo, tendrás un hijo, acéptalo, de seguro Namjoon se pondrá muy feliz.

—No le diré nada, Taehyung.

—¿Por qué?

—Voy a engordar, me saldrán estrías, mi traje para la boda no me va a entrar, se buscará a otro y me va a dejar.

—Estás muy paranoico, claro que no, él no haría eso.

—Tú quédate en silencio, que yo sé muy bien lo que hago —le sacó la lengua—. Ve a trabajar, yo dormiré un rato.

Taehyung rodó los ojos al ver como su hermanito se ponía caprichoso al no querer ir a trabajar, despeinó su cabello y se retiró directamente a ver su novio, quien lo había llamado con urgencia para que vaya a su pequeña casa, ya que él no era millonario y con el sueldo a las justas le alcanzaba para el alquiler, la luz, y el agua.

—Tae, llegaste —el castaño se tiró a los brazos de su novio.

—Vine en cuanto me dijiste. ¿Qué pasó?

—Ya sabes, Hikaru que empezó con sus dramas de siempre, no quiso ir a la escuela porque quiere a su mamá.

—Y esa bruja ni siquiera aparece —Taehyung entró a la pequeña casa de su novio.

—Ni me la menciones, ayer me llamó para ver si la niña todavía seguía viva, no sé qué hacer.

—Voy a ir a hablar con ella, ¿está en su cuarto?

Hoseok asintió.

Taehyung besó su frente y caminó hacia la habitación de la pequeña Hikaru, en efecto, la niña estaba acostada en su cama, abrazando una foto de su mamá, seguía en pijama y nada daba indicios de que quisiera acercarse.

Lentamente caminó hacia ella y se sentó en la cama.

—Hola preciosa.

—¿Y usted qué hace aquí? Váyase.

—Hikaru, tu papá me llamó preocupado porque no fuiste al colegio.

—Que chismoso, ese es un asunto de familia y usted no pinta nada aquí.

—Preciosa, sé que extrañas a tu mamá, pero debes entender algo, ella no va a regresar, ni siquiera te llama.

—Es porque no tiene saldo para hacer llamadas a larga distancias, usted no sabe nada.

—Hikaru. ¿Tú quieres a tu papá?

—Si.

—Entonces... ¿Por qué tienes que desobedecerlo y hacer que falte a su trabajo por ti?

—Quiero a mi familia, no me gusta quedarme sola, antes tenía a mi mami aquí y ahora no la tengo, todo el día estoy sola. ¡Ya no quiero!

Ver llorar a la hija de su novio, conmovió grandemente al pelirrojo y por puro impulso, la levantó de la cama y la envolvió entre sus brazos, arrullándola como si se tratara de un bebé.

Recordó que cuando Seokjin era más pequeño, solía hacer eso, arrullarlo hasta que se quedara dormido.

—No llores, pronto vas a tener a tu familia.

—¿Mami regresará?

—No, pero tengo que decirte un secreto, ¿te gustan los secretos?

—Me encantan —limpió las lágrimas de sus mejillas.

—En un par de semanas, voy a pedirle matrimonio a tu padre y si llegamos a casarnos, nos mudaremos a un lugar más grande, muchísimo más grande.

—¿Y tú no nos vas a abandonar?

—Nunca.

Hikaru sonrió enternecida ante la seguridad de las palabras de Taehyung y lo abrazó con fuerza, él más que encantado recibió el abrazo, levantándose para dirigirse a la cocina, donde Hoseok esperaba mordiéndose las uñas.

—Esta princesa ha prometido no volver a faltar a la escuela.

—¿En serio?

—Si papi, no faltaré a la escuela nunca más y tampoco te haré enojar.

—Kim Taehyung, ¿prometiste comprarle algo?

—No —dijo rápidamente levantando ambas manos.

Hoseok levantó una ceja de forma acusadora.

—Jung Hikaru, ¿qué le pediste?

—Te juro que nada —imitó las acciones de Taehyung levantando ambas manos.

—Bien les creo, pero como me entere que me estén mintiendo, se las van a ver conmigo.

Taehyung se rió ante la tierna amenaza de su novio y lo abrazó por la cintura, dejando un suave beso sobre su mejilla, la pequeña hija de Hoseok cuando los vio, abrazó a su padre por el cuello sonriente.